Incensarios Blancos

Los Blancos, que pertenecen a la Real Cofradía de Jesús Preso, Nuestra Señora de los Dolores y Santa Vera Cruz. Van vestidos completamente de blanco, excepto el ceñidor y las borlas que son de color granate.

 

Es sin duda, la figura más característica e identificativa de la semana santa lojeña, puesto que no existe en ningún otro lugar.

 

Se desconoce cual es su antigüedad, aunque la referencia más antigua sobre ellos, la tenemos en las cuentas que presentan en 1765, los hermanos mayores de la desaparecida Hermandad de Jesús de la Humildad.

 

Los incensarios se agrupan en "corrías", las cuales están formadas por ocho hombres, dirigidos por el llamado "señidero", que es el que manda los movimientos que se le hacen a las imágenes.

 

Todos llevan un incensario de los que se usan al modo eclesial, portando además una naveta, con la que el señidero realiza las señales de entrada a los distintos movimientos, realizando en ellos continuamente sahumerios de incienso que dejan tan característico y agradable olor.

 

Los incensarios no siguen el desfile procesional, lo que hacen es que se encuentran en algunos sitios prefijados, que suelen ser los mismos cada año. Cuando llegan a dicho lugar, se colocan, en dos filas de cuatro, y según van llegando a su altura, comienzan a dar sus "golpes", a los estandartes, cruces guía e imágenes. Una vez que han terminado, se alejan en fila india a paso marcial, hasta el próximo golpe.

 

A la hora de cantar las satiras, comienza a hacerlo un incensario, es interrumpido por otro, el primero se calla y sigue cantando el segundo, y así con el resto, sin que exista un orden preestablecido. Es muy normal que gente de paisano se entremezcle en el cantar de la saeta con los incensarios.

 

Cada corría tiene una hora determinada para vestirse y unos determinados sitios donde se le dan los distintos golpes a las imágenes; si por algún motivo llegan tarde a dicho punto, estos ya no podrán incensiar a las imágenes, hasta el siguiente lugar establecido.

 

La contratación de los incensarios se hacía mediante posturas, y así la corría que más subastara era la que se quedaba con los derechos de incensiar. Esto se realiza en la llamada noche de los bollos.

 

La hermandad del Cristo de los Favores hace también una subasta, en la que los distintos postores entregan un sobre cerrado con la cantidad que están dispuestos a pagar. Las demás corrías de incensarios suelen ser hermanos de dichas cofradías, y mediante contrato se fija la cantidad que deben pagar.

 

Vestimenta:

• Morrión, que es un capirote revestido de seda o raso y profusamente adornado de abalorios (azabache, principalmente), que se disponen de forma caprichosa, dejando la cara al descubierto y fijado bajo la barbilla por unas cintas. Estos morriones suelen pasar de padres a hijos.
• Por la parte de atrás les cuelga una especie de cola, en la que muestran el distintivo de la hermandad a la que pertenecen.
• Además llevan una especie de túnica y un pantalón corto que termina inmediatamente bajo la rodilla, donde se ciñe con unos cordones acabados en borlas que se anudan en el lateral externo de la pierna.
• En la cintura llevan como una faja amplia de raso o seda que terminan en flecos y que se anuda a la espalda en forma de ala de mariposa, llamado "ceñidor".
• Medias de punto de raso
• Zapato afrancesado, con hebillas.